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"Acerca del báculo de Asclepio"

Mucha gente reconoce de inmediato al Caduceo, una vara coronada por un casco alado y en la que se entrelazan dos serpientes enfrentadas, como símbolo de la Medicina. Sin embargo, esta creencia tan difundida (y que es compartida incluso por numerosos médicos) solo puede calificarse de falaz. Con la agravante adicional de que se trata de uno de los errores más absurdos, injustificados y embarazosos que alguien pueda imaginar, pues el símbolo original e histórico de la Medicina es el bastón o báculo de Asclepio, que consta de una sencilla vara de ciprés por la que trepa una única serpiente.


Asclepio o Esculapio es el dios griego de la Medicina, hijo del dios Febo (Apolo) y de la mortal Coronis. El mito narra que fue entregado al sabio centauro Quirón para que éste le enseñara el arte de curar; materia que aprendió al parecer admirablemente, pues llegó incluso a resucitar a los muertos. Esto, claro, irritó a Hades, señor del infierno, que veía menguar la población de su reino. La justicia (o la venganza) de los dioses griegos solía ser expeditiva: las quejas de Hades no tardaron en ser atendidas por Zeus, quien fulminó a Asclepio con su rayo.

Al margen del mito, no es imposible que Asclepio haya sido un personaje real. Por lo menos así lo consideraba Homero, quien lo hizo padre de Macaón y Polidario, a la vez guerreros y médicos del ejército aqueo acampado ante Troya. Quizás haya sido un rey y médico–sacerdote de Tricca, ciudad de Tesalia donde se levantaría más tarde su primer santuario. Las generaciones posteriores acabarían deificándolo y embelleciendo su nacimiento con la leyenda de un linaje divino.


Asclepio


Su culto se extendió por todo el mundo, y en el siglo IV A.E.C. ya existían más de trescientos Asclepiones, que cumplían funciones tanto religiosas como sanitarias (en realidad, ambas eran indisociables, ya que se trataba de una práctica médica teúrgica).


Los griegos primero, y luego los romanos representaban siempre a Asclepio con la vara de ciprés y la serpiente; en algunas ocasiones se unían al grupo sus dos hijas, Higieia y Panakaia, y en otras Telésforo, otro de sus hijos, y a veces un gallo. Se le ha atribuido a la vara de ciprés la figuración de la fortaleza y de la solidez de la ética irrevocable en la que se apoya el médico. Ahora bien, ¿qué representa la serpiente?...Eso es algo laborioso de precisar, pues no aparece nada en el mito que la explique, aunque se encuentra hasta en las representaciones más antiguas. Por lo general, se piensa que se encuentra en conexión con las fuerzas del interior de la Tierra y que quizás simboliza una sabiduría que implica tanto el conocimiento como la prudencia de las acciones. Pero no es difícil que todas estas hipótesis estén equivocadas.


"Hermes"/Autor: Salvador Dalí



El Caduceo, por su parte, es la vara mágica de Hermes (Mercurio para los romanos), el mensajero y embajador de los dioses. Las conexiones de este dios con la Medicina son más bien remotas, aunque se le atribuye cierta participación en el nacimiento de Asclepio. Entre los atributos de Hermes se encuentra la habilidad para restablecer la armonía y la concordia; asimismo era el protector de los pastores (Hermes Crióforo); en la época helenística, Hermes fue asimilado al dios egipcio Thot (Hermes Trimegistos). Pero también desempeñaba otras funciones que hacen que sea muy inadecuado el uso de su símbolo como emblema de la Medicina: se le consideraba el dios del comercio y de los ladrones, y como Hermes Pricopompo se encargaba de conducir las almas de los muertos hacia el infierno (algún cínico podría aducir aquí que esta última ocupación hace del Caduceo un símbolo muy adecuado de la práctica médica, pero me parece que un argumento semejante carecería de seriedad).



La confusión de tomar al Caduceo en lugar del báculo de Asclepio por el símbolo de la Medicina viene de muy lejos. Su antecedente quizás se halle en algunas representaciones de la decadencia del Imperio Romano, en las cuales figuraba Asclepio con dos serpientes (pero de ninguna forma con un Caduceo). En el siglo XVI muchos impresores tomaron al Caduceo como emblema (en el sentido de símbolo del comercio); pero cuando comenzaron a circular textos médicos con dicho signo la gente comenzó a asimilarlos, y el error se ha prolongado hasta el día de hoy.







Hermes

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NOTA DEL AUTOR: Texto original de Javier Garrido, fundador de escépticos Venezuela; hace 12 años me concedió el permiso para divulgarlo en la página de escepticismo que un servidor tenía: "Expediente Escéptico" y ahora he decidido compartirlo en “Eureka Digital”. Lamentablemente tiene como 8 años que la página de dicha asociación desapareció y le he perdido la pista a Javier.





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